lunes, diciembre 03, 2012

Los cinco lamentos de los que van a morir

Bronnie Ware pasó años trabajando en cuidados paliativos, atendiendo a pacientes terminales en sus últimas 12 semanas de vida. Le impactó tanto que decidió contar su experiencia en un blog llamado Inspiration and Chai, donde reprodujo los últimos deseos de sus pacientes. 


El éxito fue tal que al poco tiempo lo plasmó en un controvertido libro titulado 'Los cinco mejores lamentos de los que van a morir'.
Ninguna mención al sexo, tampoco les importaba irse sin haber probado experiencias vibrantes como hacer puenting o no haber cumplido con otros clásicos como escribir un libro o plantar un árbol.

Ware habla de la claridad y de la visión espectacular que tiene la gente al final de sus vidas, y cómo podemos aprender de su sabiduría. "Cuando les preguntaba de qué se arrepentían o si hubieran hecho algo de manera diferente, casi siempre me respondían lo mismo".

"La lista era larga, pero en el libro traté de centrarme en los cinco más comunes", explica la autora.

Estas son las "confesiones sinceras y reales de las personas que cuidé en su lecho de muerte".

1. Ojalá hubiera vivido a mi manera

Muchos se quejaban de no haber tenido el coraje de vivir una vida fiel a sí mismos, sino a lo que los demás esperan de ellos.
"Cuando se dan cuenta que su vida está a punto de terminar y miran hacia atrás, es fácil ver cuántos sueños se han quedado en el camino. La mayoría no había cumplido aún ni la mitad de sus sueños y tenía que morir sabiendo que era debido a las decisiones que habían tomado".

2. Ojalá no hubiera trabajado tan duro

Ware afirma que ésta era la frase más repetida por los pacientes de sexo masculino. Casi todos los hombres que cuidó sufrían por haberse perdido la infancia de sus hijos, la juventud de sus hijos y lamentaban no hacer disfrutado más de la compañía de su pareja. Sentían que habían malgastado tanto sus vidas; comprendieron tarde que no se debe basar la existencia en el trabajo. "

3. Ojalá hubiera tenido el coraje de expresar mis sentimientos

A menudo las personas renuncian a sus sueños e ideales por el bien de los demás. Ocultan sus sentimientos con el fin de mantener la paz de su entorno. Como resultado, se conforman con una existencia mediocre y nunca llegan a ser lo que en realidad quieren ser o lo que realmente son capaces de hacer. "El origen de muchas enfermedades tiene relación con la amargura, la frustración y el resentimiento que esto conlleva", explica Ware.

4. Ojalá hubiera mantenido el contacto con mis amigos

"Casi todos se acordaban de sus viejos amigos y recordaban con pesar los mejores momentos vividos a su lado, lamentando no haber sido capaces de mantener esa amistad con el paso de los años. Querían despedirse de ellos, pero no siempre fue posible localizarlos", cuenta Ware.

"A veces nos sentimos tan absorbidos por nuestras propias vidas, que es como si estuviéramos atrapados y renunciamos a uno de los mayores tesoros de la vida, la amistad. He sido testigo de la profunda pena y arrepentimiento que esto ha ocasionado a mis pacientes, les atormentaba no haber dedicado a sus verdaderos amigos el tiempo y esfuerzo que merecían. Todo el mundo echa de menos a sus amigos cuando se están muriendo", añade la enfermera.

5. No he sabido ser feliz

Otra revelación sorprendente: muchos de los pacientes no se dan cuenta hasta el final de sus vidas de que la felicidad es una elección. Se quedan atascados en viejos patrones y hábitos. El llamado 'confort de familiaridad' interfiere con su salud emocional.

Por eso insisto que uno de los principios claves para la vida es entender que lo único que necesito para ser feliz es una actitud agradecida ante la vida.
Que la queja es un imán para la desgracia.
Nos quejamos tanto de lo poco que nos hace falta que dejamos de agradecer lo mucho que tenemos.
Que es fácil agradecer cuando las cosas están bien ¡Por supuesto!, cualquiera lo hace. Pero que, la verdadera gratitud se forja es cuando las cosas están complicadas...

El miedo al cambio les lleva a pensar que están contentos con lo que tienen, cuando en el fondo anhelaban hacer otras cosas, como reírse más y hacer tonterías", 
concluye Ware.
 

¿Te sientes identificado con alguna de estas frases?
¿Cambiarías algo de tu vida?

domingo, noviembre 11, 2012

El que paga Manda - Una excelente reflexión sobre la crianza de los hijos

Tomado de El Colombiano: http://www.elcolombiano.com/BancoConocimiento/E/el_que_paga_manda/el_que_paga_manda.asp

Por ÁNGELA MARULANDA | Publicado el 14 de octubre de 2012

No sé en qué momento resolvimos que la familia era una democracia en la que los padres tenemos que ganarnos la aprobación de los hijos, al igual que cualquiera que aspira a gobernar tiene que ganarse los votos de sus electores. 

Si bien los niños no nos eligieron por votación, nosotros sí elegimos traerlos al mundo y esa decisión nos obliga a formarlos y a responder por ellos hasta que sean mayores.

Esto significa que nosotros debemos ser la autoridad suprema en la familia y asegurarnos de formarlos como personas correctas y no de mantenerlos contentos para que nos amen mucho, a pesar de que nos vean poco.

No sé por qué, a pesar de que fuimos criados por adultos autoritarios que tenían el mando total sobre nosotros y decidían hasta qué teníamos que sentir (a quién no le dijeron “¡no llores que eso no te dolió!” cuando nos vacunaban); pasamos a ser padres enteramente dedicados a complacer a los niños. 

Así, en lugar de disciplinar a los hijos nos concentramos en fortalecer su autoestima, en lugar exigirles que cumplan nuestras órdenes los sobornamos para que nos obedezcan (“te compro... si dejas de...”) y en lugar de sancionarlos por sus faltas los “comprendemos” y justificamos sus malcrianzas (“la niña no es agresiva es que está estresada...”).

Es evidente que los adultos dejamos de estar a la cabeza de la vida de los hijos para dedicarnos a estar a su servicio.

Los padres del pasado fueron bastante autoritarios y no fueron tan crueles como creemos pero sí muy estrictos. 

Tenemos que rescatar lo que ellos sí hicieron, empezando por exigirles a los hijos más que complacerlos porque nuestro deber no es que la pasen bien sino formarlos para que actúen bien.

Aunque muchos niños son buenos, cada vez hay más que son a menudo muy demandantes e insolentes, y no porque sean así sino porque les permitimos actuar así.

Como nosotros somos los que pagaremos (con dinero o con lágrimas) por todos los problemas que tengan los hijos, debemos recuperar el mando en la familia y tener presente que “el que paga... manda” y que el que no manda... pagará con creces las consecuencias de no haberlo hecho.

jueves, agosto 23, 2012

¿Gacela o león?

¿Gacela o león?
“Cada mañana, en Africa, una gacela se despierta y sabe que debe correr más rápido que el león más veloz, o caerá bajo sus garras. También cada mañana, un león se despierta y sabe que debe sobrepasar a la gacela más lenta o morirá de hambre. No importa si usted es un león o una gacela... cuando salga el sol, más vale que esté corriendo.” Esta conocida historia invita a reflexionar sobre la actitud ante los contratiempos, que todo equipo encuentra en su camino hacia el gran objetivo.

Ser ganadores no significa tener garantizado el éxito. En toda competencia hay otros actores que también quieren triunfar y tienen sus recursos. A todos les tocará ganar y perder alguna vez, lo importante es que lo primero supere notablemente lo segundo. Cuando la derrota llega, la primera reacción debe ser la serenidad para procesarla; como es normal, sienten dolor quienes en verdad son triunfadores, de lo contrario serían indiferentes y fríos. Sin embargo, en estado de enojo y frustración ilimitada no es posible aprender ni tomar buenas decisiones.

Los equipos maduros saben que la clave es levantar de inmediato la cabeza, aceptar la realidad de la derrota, identificar las razones, puntualizar las lecciones aprendidas sobre lo que pudo haberse hecho diferente y ponerse a correr de nuevo. Tampoco se trata de incurrir en una autoflagelación, pues seguramente hizo cosas buenas que deben reconocerse. Hay derrotas que se convierten en palancas para el éxito; perder no significa ser perdedores, pues lo que cuenta es ser capaces de mantener el crecimiento hacia una meta que sigue intacta.

Las adversidades temporales son como rocas pequeñas que aparecen en el camino; al levantarlas se desarrollan los músculos que luego serán requeridos para quitar las rocas grandes que aparecerán después. ¿Quién no tiene cicatrices ganadas en el sendero de su vida? La sabiduría está en aprender, cambiar y mejorar. John Capozzi advierte: “Un giro, o curva en el camino, no es el fin del camino ¡a menos que usted deje de hacer el giro!”

Los equipos que sacan provecho a sus contratiempos siguen una ruta similar a la sugerida por el autor Willie Jolley: revitalizan la visión de lo que desean alcanzar convirtiendo el pasado en una referencia y no en una residencia; luego deciden qué será diferente, y son responsables en crear las oportunidades para triunfar. Acto seguido, actúan concretando las decisiones mediante el trabajo duro. Finalmente, tienen un firme deseo o pasión por ganar, con fe en sí mismos y sabiendo que a la determinación le debe seguir la persistencia.

En un mundo competitivo, hay que levantarse cada día y correr, porque de lo contrario se sufrirá lo mismo que la gacela lenta o el león perezoso.
German Retana German.retana@incae.edu

jueves, agosto 16, 2012

La mejor manera de levantar a nuestros hijos


LA MEJOR FORMA DE LEVANTAR A NUESTROS HIJOS !


SIN PALABRAS.....
 CUALQUIER COINCIDENCIA  ES PURA REALIDAD !!!


Tómense el tiempo para leerlo.


DIARIO "EL TIEMPO" (Bogotá - Colombia )23/09/08|


Por: Oscar Truma


Si ya tiene o ha decidido traer descendencia a este mundo, acuérdese que ellos tienen que vivir mejor de lo que usted lo hizo. Procure comprarles la cuna más exclusiva y el cochecito más moderno y ostentoso que encuentre, eso sin duda irá acostumbrando a sus hijos a mejorar su autoestima, y que se crean el lugar que han venido a ocupar, es decir el centro absoluto de su vida.Mátese usted a trabajar durante los mejores años de su vida, déjese la juventud en maratónicas jornadas extra, acepte la mayor cantidad de responsabilidades que le proporcionen la mayor cantidad de dinero que les permita a sus hijos e hijas disfrutar y tener lo que usted nunca tuvo. Y por supuesto que les evite sufrir incluso el 10 por ciento de lo que usted sufrió.


Cómpreles los juguetes educativos más complejos, ojalá de importación, y no escatime con la ropa ni los pañales, el hecho de que usted haya alcanzado a usar pañales de tela y no le haya pasado nada, no significa que con su bebé vaya a ser igual. Matricúlelos en una guardería buena, la mejor que encuentre, si total va a tener uno o dos hijos como mucho, no hay que racanear. Muy importante que tenga inmersión precoz al inglés, natación desde los seis meses, estimulación temprana, psico pedagogo personalizado, nutricionista específica y que le garanticen en todo momento que sus cachorros no van a sufrir ni el más mínimo rasguño.Recuerde que vivimos en la era de la informática, no escatime en comprarles los últimos juegos y consolas que les permitan estaractualizados en el manejo de tecnologías punta, y procure renovar cada tres años como mínimo sus equipos informáticos porque ya se sabe que aquí el que no se actualiza se queda. Nada de mantenerlos con la Play Station II, estando la tres ya en el mercado. Ni mucho menos dejar de comprarles la Wii de nintendo, y para que se sientan importantes instáleles un PC en su habitación con conexión de banda ancha, Y su propio televisor con 107 canales, aparte también. Sus hijos necesitan saber que usted confía en ellos


Su esposa y usted (o viceversa) deben meterse en la cabeza que sus vidas tienen que quedar aparcadas por tiempo indefinido, que ustedes ahora no importan. Nada de ser egoístas y darse caprichos. No señor.No. Ahora la prole es lo primero, hay que vivir en pos, por y para los niños, al menos hasta que estén seguros que tiene los suficientes recursos para darles todo a sus hijos, y si es necesario tendrán que esforzarse aún más para poder pagarles los siete cursos extraescolares que les permitan desarrollar sus habilidades y los prepare para la versatilidad de un mundo cambiante. Pueden elegir entre: Piano, francés, informática, inglés, chino mandarín, alemán, danza clásica y si es posible todos al tiempo mejor. Recuerde que usted no hizo ningún curso extraescolar y todo el dinero que ha ganado lo ha podido conseguir trabajando muy duro y jodiéndose mucho, no permita que sus hijos corran la misma suerte, ellos merecen algo mejor. Son su sangre la prolongación de su vida.


No olvide lo mal que lo pasó usted en su infancia, lo mucho que tenia que esforzarse para ganarse algo, aunque fuera una simple coca-cola, eso era un logro. Los méritos que le tocaba hacer para que lo dejaran ver los dibujos animados de los sábados por la mañana. Lo mucho que sus padres le exigían en sus resultados escolares, y aún así tenia que colaborar en casa para paliar la economía y ayudar con las labores domésticas. No permita que la energía creativa de sus cachorros se disperse en asquerosos oficios mecánicos, ni trabajos materiales pesados; no cometa el mismo error, deje que ellos canalicen su intelecto única y exclusivamente para el estudio y el desarrollo psicoafectivo de su mundo interior.


Ni se le ocurra enfadarse si su hija o el muchacho no están a la altura de los esfuerzos que ustedes hacen, y por el contrario sacan malas notas. Ellos lo entenderán como una falta de empatía que ve resquebrajada su autoestima y condicionará para siempre sus vidas con traumas insalvables. Sea comprensivo si han perdido el año escolar o siete materias, a veces es mejor que repitan el año, y ellos mismos encuentren sus propias respuestas. No los obliguen, no los juzguen, no los reprendan; por el contrario, denles un buen regalo para que se sientan amados y aprendan que es humano y puede fracasar.


Recuerde que aunque usted era un excelente estudiante aún en circunstancias adversas y con unos padres autoritarios y un pocoignorantes, ahora son otros tiempos, y los jóvenes de hoy son muy independientes y maduros, aunque algo hipersensibles. Sea su amigo, que no se note la jerarquía entre usted y sus hijos. No importa que en ese esfuerzo de ser su 'colega o su amigo' su hijo se quede huérfano, 'gane un amigo y pierda un padre'. No pasa nada… Eso, lo importante es hacerle caso a lo que dice la psicología postmoderna, ya sabemos que todo lo postmoderno es mejor...


Cuando terminen el bachillerato procure antes de la universidad mandarlos a conocer mundo, al menos a Buenos Aires, aunque usted nunca haya ido más lejos de Cartagena. Que prueben, analicen, comparen, vean, otras culturas y maneras de sentir la vida, eso sin duda les dará una perspectiva más amplia del mundo. No importa que se gaste una buena suma de dinero, sus hijos vendrán con otra mirada más cosmopolita y tolerante, listos para empezar su formación superior.


Procure matricularlos en la mejor universidad posible (la más cara). Vivimos en una sociedad de castas donde el diploma según de donde venga puede abrir muchas puertas. Recuerde que usted la pasó muy mal sobreviviendo con el poco dinero que le enviaban sus padres, y que incluso tuvo que… ¡trabajar! y buscarse la vida para sus gastos, vicios, y caprichos con ocupaciones de fin de semana y vacaciones. Si, es verdad, usted se hizo a usted mismo, pero no le vaya a hacer esa maldad a sus hijos, ellos no deben sufrir, ellos solo se deben dedicar a estudiar para que la pureza de su formación no se contamine con elejercicio de oficios que no están a su altura.


No olvide darles cada fin de semana suficiente dinero para que se diviertan, son jóvenes y necesitan desconectar: drogarse un poco, beber otro tanto, desarrollar su sexualidad libremente, vamos, lo normal. Y cómpreles ropa moderna y acorde con la universidad en la cual están estudiando. No olvide que en usted la ropa de marca no importa, pero para los jóvenes puede ser traumático no llevar unas zapatillas de cuatrocientos mil pesos si sus compañeros las llevan.Antes de los 18 años sus cachorros ya deben saber conducir y dominar a la perfección el inglés. Imperativo. Si no, fracasarán estrepitosamente como ha fracasado usted. Cómpreles un carro como premio al final de su bachillerato, un 'peugeotcito' 206, o un 'Meganecito' estaría bien para empezar. No importa que el primero que usted tuvo fuera un Fiat 147 vuelto mierda que se compró a los 24 años con los ahorros de su miserable sueldo. No, usted no repita ese error, cómpreselo aunque sea de segunda mano, eso les dará seguridad, libertad e independencia a sus muchachos, aparte de ser imprescindible en la vida moderna..


Una vez terminada la carrera prepare el bolsillo con sus ahorros de nuevo, porque hoy en dia sin un par de maestrías y un doctorado –ojala fuera del país- nadie puede conseguir un empleo digno… Recuerde, son sus hijos, lo merecen, esfuércese un poquito más, ya habrá tiempo para que usted (y su esposa o viceversa) si es que para entonces aún siguen juntos, se distraigan y disfruten de la vida cuando los chicos terminen los estudios, que hoy en dia no suele ser antes de los 27 años.


Y esté preparado porque ellos una vez acaben, salen muy verdecitos, son muy inocentes, inexpertos y aún no saben nada de la vida. Hay que ayudarles para que se independicen. Es el momento que su esposa y usted (si todavía no se han separado) hagan el ultimo esfuercito e intenten regalarle al menos un aparta-estudio amoblado para que la ida de casa no sea tan traumática. O en caso de que la niña decida casarse, pues tirar la casa por la ventana, por lo alto, si total se lo merece ¡es su hija por Dios!


Haga un préstamo, hipoteque la bodega o la finquita, total que ellos tengan lo que usted nunca ha tenido. Y por usted no se preocupe, ya a sus 55 años, lleno de estrés, tras dos preinfartos superados, un terrible y crónico dolor de espalda, la hernia discal y diabetes de su esposa, la gota, la ciática y sus evidentes problemas de erección, el hecho de que ni su mujer ni usted puedan comer ya casi nada porque todo les hace daño, siendo conscientes de que tampoco pueden beber ya, más aún con los problemas de riñón de ella y la situación económica que empieza a empeorar de nuevo… pues ahora si…Es el momento de que comiencen a disfrutar sus vidas.


¿Ve usted que valía la pena el esfuerzo y esperar tanto?… ¡Este es el momento de empezar a disfrutar de su vida como pareja! (si es que aún están juntos, claro). Usted puede por fin pensar en si mismo, en su pareja, en divertirse, en vivir con locura, con intensidad, de forma extrema, sin ocuparse de los demás… y hacer cosas transgresoras. Por ejemplo, esas vacaciones al Aconcagua que siempre soñó, beber el carísimo Whisky de Malta que tantas veces se abstuvo de comprar por el precio. Hacer un trío con una asiática y una negra y que su mujer les haga las fotos…ah picarón, no se podrá quejar...


Probablemente va a estar un poco cascado, el cuerpo no le va a responder y con tanta obligación a la que se comprometió no va a poder parar de trabajar hasta los sesenta y cinco años. Pero bueno, qué carajo, los cachorros ya están fuera de peligro ahora ellos ya tienen recursos para afrontar sus nuevas vidas, ya nos los necesitan y lo más importante: no sufrieron lo que a usted ni a su señora les tocó sufrir de jóvenes. Y ahora ustedes dos pueden vivir felices (si aún se soportan) en una enorme casa que se ha ido quedando sola y disfrutando en el mejor de los casos de visitas en forma de menstruación por parte de sus hijos, es decir, cada mes, y gozando por que les dejen susnietos cada que se vayan de vacaciones para que ustedes los cuiden y sus muchachos se puedan ir a gozar la vida tranquilamente y divertirse con sus parejas, si total, son jóvenes y es bueno que ellos no tengan que pasar por lo que pasaron ustedes.Por último, no olvide dejar un buen plan de pensiones, porque uno nunca sabe; después de todo lo que ha hecho, nadie garantiza que sus hijos quieran cuidar de su vejez. Yo de usted no me fiaría...Lo pensaría dos veces, es mejor no depender de nadie, aunque sus hijos aún sigan dependiendo de usted.


Una caladita más:


Ah, no olvide dejarles la mayor cantidad de dinero de herencia, viva con austeridad su vejez para que a los cachorros no les toque la misma suerte que le tocó a usted con el viejo tacaño de su papá que creyó que con ayudarle un poco con lo de los estudios, darle ejemplo de verlo siempre trabajando y no ponerle las cosas tan fáciles iba a ser suficiente. No, que ellos no reciban la herencia miserable que le quedó a usted. Déjeles la mayor cantidad de dinero que pueda, que eso del sacrificio, el honor, el esfuerzo y la dignidad ya no se usan.





Gracias por tu paciencia, ahora reflexiona y saca tus conclusiones !

martes, agosto 14, 2012

Experiencia de vida

En Alaska uno de los deportes más tradicionales es la tala de árboles.

Un joven quería convertirse en un gran leñador. Desde pequeño, oyó hablar del mejor talador de la zona.

 

Aquel hombre, a quien todavía no conocía, se había convertido, en sueños, en su ídolo.

 

Cierto día, caminando por un bosque, tuvo la oportunidad de conocerlo. Acercándose lentamente y con in disimulada admiración, el joven le dijo:

- “Quiero ser su discípulo. Desde siempre quise aprender a cortar árboles como lo hace usted. ¿Puedo ser su alumno?”

 

El leñador aceptó y durante algún tiempo le enseñó pacientemente.

 

A los pocos meses, el joven creyó que ya había aprendido todas las lecciones posibles, e, incluso, que había superado a su maestro. Al ser muchos años menor, se sentía vital, con más fuerza y más agilidad, por lo que dejó de estar a la par del leñador.

 

Llegado el próximo invierno, el joven se apresuró a inscribirse en el certamen de leñadores. Y para su sorpresa, el único rival iba a ser… su maestro.

 

Ambos aceptaron el desafío. Sería una competencia de varias horas para saber cuál de los dos era el mas hábil para cortar la mayor cantidad de árboles.

 

El joven comenzó a cortar con sumo vigor; entre árbol y árbol, observaba a lo lejos a su maestro, que permanecía sentado la mayor parte del tiempo.

 

El joven volvía a su tarea, seguro de vencerlo. 

 

Al finalizar el día, el juez hizo el recuento de árboles, y, para gran sorpresa del aprendiz de leñador, el maestro había cortado mayor cantidad.

 

- “Esto no puede ser. Debe haber un error. ¡Siempre que lo miré estaba descansando!, dijo el joven, sin ocultar su furia.

 

- “Te equivocas, hijo”  -respondió el maestro leñador-; “No estaba descansando, sino afilando mi hacha. Esa es la razón por la que tu has perdido”.

Moraleja: aprovecha las lecciones de la experiencia. La experiencia no es sólo lo que has conseguido, sino lo que has aprendido. 

No juzgues la vida solo por una estación difícil.


Había una vez un hombre que tenía cuatro hijos.

El honbre buscaba que ellos aprendieran a no juzgar las cosas tan rápidamente; entonces los envió a cada uno por turnos a visitar un peral que estaba a una gran distancia.
El primer hijo fue en el invierno, el segundo en la primavera, el tercero en el verano y el hijo más joven en el otoño.

Cuando todos ellos habían ido y regresado; su padre los llamó, y juntos les pidió que describieran lo que habían visto.

El primer hijo mencionó que el árbol era horrible, doblado y retorcido.

El segundo dijo que no, que estaba cubierto  con brotes verdes y lleno de promesas.

El tercer hijo no estuvo de acuerdo, dijo que estaba cargado de flores, que tenia aroma muy dulce y se veía muy hermoso, era la cosa más llena de gracia que jamás había visto.

El último de los hijos no estuvo de acuerdo con ninguno de ellos, y dijo que el peral estaba maduro y marchitándose de tanto fruto, lleno de vida y satisfacción.

Entonces el hombre les explicó a sus hijos que todos tenían razón, porque ellos solo habían visto una de las estaciones de la vida del árbol.

Les dijo a todos que no deben de juzgar a un árbol, o a una persona, solo por ver una de sus temporadas, y que la esencia de lo que son, el placer, regocijo y amor que viene con la vida puede ser solo medida al final, cuando todas las estaciones ya han pasado.

Si tú te das por vencido en el invierno, habrás perdido la promesa de la primavera, la belleza del verano, y la satisfacción  del otoño.

No dejes que el dolor de una estación destruya la dicha del resto.

No juzgues la vida solo por una estación difícil.

Aguanta con valor las dificultades y las malas rachas, porque luego disfrutarás de los buenos tiempos.
Sólo el que persevera encuentra un mañana mejor.

Autor anónimo

Decisiones importantes en condiciones adversas - Jamás cortes un árbol en invierno


En muchas ocasiones, debemos tomar decisiones importantes para nuestras vidas.
Cuando uno se encuentra en una situación o estado de ánimo alterado, mucha veces es mejor esperar un tiempo para tomar una gran decisión.

Decidir en condiciones anímicamente adversas, aumenta la posibilidad de error.

Siempre recuerdo uno de los cuentos, que ya hace unos cuantos años, nos contaba el padre José cuando con los chicos del barrio jugábamos en el patio de la parroquia. La enseñanza que nos deja este breve relato, bien puede aplicarse a quien se encuentra ante la disyuntiva del divorcio.

…Recuerdo que un invierno mi padre necesitaba leña, así que buscó un árbol muerto y lo cortó. Pero luego, en la primavera, pudo darse cuenta con gran tristeza, que al tronco marchito le brotaron retoños.

Mi padre dijo: “Estaba yo seguro de que ese árbol estaba muerto. Había perdido todas las hojas en el invierno. Hacía tanto frío, que las ramas se quebraban y caían como si no le quedara al viejo tronco ni una pizca de vida. Pero ahora advierto que aún alentaba en él la vida.”

Y volviéndose hacia mí, me aconsejó:
“Nunca olvides esta importante lección. Jamás cortes un árbol en invierno.”

Jamás tomes una decisión negativa en tiempo adverso.
Nunca tomes las más importantes decisiones cuando estés en tu peor estado de ánimo. Espera, sé paciente, la tormenta pasará.
Recuerda que la primavera volverá.
Anónimo.

sábado, abril 14, 2012

La fábula del anciano el niño y el burro

Es posible complacer a todo el mundo? La respuesta es NO. Yo diría que ética y moralmente es necesario tener contento a dos personas en la vida:

  • en primer lugar a DIOS 
  • y en segundo lugar a nosotros mismos.


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Eran un anciano y un niño que viajaban con un burro de pueblo en pueblo.
Llegaron a una aldea caminando junto al asno y, al pasar por ella, un grupo de mozalbetes se rió de ellos, gritando:
–¡Mirad que par de tontos! Tienen un burro y, en lugar de montarlo, van los dos andando a su lado. Por lo menos, el viejo podría subirse al burro.
Entonces el anciano se subió al burro y prosiguieron la marcha. Llegaron a otro pueblo y, al pasar por el mismo, algunas personas se llenaron de indignación cuando vieron al viejo sobre el burro y al niño caminando al lado. Dijeron:
–¡Parece mentira! ¡Qué desfachatez! El viejo sentado en el burro y pobre niño caminando.
Al salir del pueblo, el anciano y el niño intercambiaron sus puestos.
Siguieron haciendo camino hasta llegar a otra aldea. Cuando las gentes los vieron, exclamaron escandalizados:
–¡Esto es verdaderamente intolerable! ¿Habéis visto algo semejante?
El muchacho montado en el burro y el pobre anciano caminando a su lado.
—¡Qué vergüenza!
Puestas así las cosas, el viejo y el niño compartieron el burro. El fiel jumento llevaba ahora el cuerpo de ambos sobre sus lomos. Cruzaron junto a un grupo de campesinos y éstos comenzaron a vociferar:
–¡Sinvergüenzas! ¿Es que no tenéis corazón? ¡Vais a reventar al pobre animal!
El anciano y el niño optaron por cargar al burro sobre sus hombros. De este modo llegaron al siguiente pueblo. La gente se apiñó alrededor de ellos. Entre las carcajadas, los pueblerinos se mofaban gritando:
–Nunca hemos visto gente tan boba. Tienen un burro y, en lugar de montarse sobre él, lo llevan a cuestas.
!Esto sí que es bueno! ¡Qué par de tontos!
De repente, el burro se revolvió, se precipitó en un barranco y murió.

MORALEJA: Si te dejas guiar por las opiniones de los demás acabarás como el anciano y el niño de este cuento, sin burro y sin llegar a ninguna parte. No hagas caso al qué dirán y escucha únicamente la voz de tu corazón


Video sobre el cuento - clic aquí