martes, diciembre 06, 2005

Aprender a perdonar


Al aproximarse a la recepción de un hotel, a
un hombre le
llama la atención
un ruido y al voltearse a ver qué es, golpea
sin querer con
el codo el seno de una linda mujer.
Apenado y sin saber qué hacer, él dice: " Mil
disculpas
señorita, si su
corazón es tan suave como su seno, tengo la
seguridad de que
me perdonará."
La mujer sonriendo le responde:
"Y si su pene es tan duro como su codo, mi
habitación es la
201".

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