Cualquier cosa es un camino entre cantidades de caminos. Por eso debes tener siempre presente que un camino solo es un camino, si sientes que no deberías seguirlo, no debes seguir en él bajo ninguna condición. Para tener esa claridad debes llevar una vida disciplinada. Solo entonces sabrás que un camino es nada mas un camino; no hay afrenta, ni para ti ni para otros en dejarlo si eso es lo que tu corazón te dice. Pero tu decisión de seguir en el camino o dejarlo debe de estar libre de miedo y ambición. Te prevengo. Mira cada camino de cerca y con intención. Pruébalo tantas veces como consideres necesario. Luego hazte a ti mismo una pregunta. Es una pregunta que solo hace un hombre muy viejo. Mi benefactor me habló de ella una vez cuando yo era joven y mi sangre era demasiado vigorosa para que yo la entendiera. Ahora si la entiendo. Te diré cual es: ¿Es un camino con corazón? Todos los caminos son lo mismo: no llevan a ninguna parte. Son caminos que van por el matorral. Puedo decir que en mi propia vida he recorrido caminos largos, pero no estoy en ninguna parte. Ahora tiene sentido la pregunta de mi benefactor. ¿Es éste un camino con corazón? Si es con corazón, el camino es bueno; si no, de nada sirve. Ningún camino lleva a ninguna parte, pero uno es con corazón y el otro no. Uno hace gozoso el viaje mientras lo sigas, eres uno con el. El otro te hará maldecir tu vida. Uno te hace fuerte y el otro te debilita. – Pero, ¿Cómo identificar un camino con corazón? – Antes de embarcarte en cualquier camino, requieres hacerte la pregunta: ¿Es este un camino con corazón?, Si la respuesta es no, tu mismo lo sabrás y deberás escoger entonces otro camino. – Pero, ¿Cómo estar seguro si un camino es con corazón o no? – Cualquiera puede saber eso. El problema es que nadie hace la pregunta y cuando por fin te das cuenta que has tomado un camino sin corazón, el camino esta ya a un punto de matarte. En esas circunstancias muy pocos hombres pueden pararse a considerar y más pocos aún pueden dejar el camino. – ¿Cómo debo proceder para hacer la pregunta apropiada Don Juan? – Pregunta nada más. – Lo que quiero decir es si hay un método indicado para que yo no me mienta a mí mismo y crea que la respuesta es sí cuando en realidad es no. – ¿Por qué habrías de mentirte? – Tal vez por que en el momento el camino es agradable y me gusta. – Esas son tonterías. Un camino sin corazón no lo disfrutas. Hay que caminar duro tan solo para tomarlo. En cambio, un camino con corazón es sencillo, no te hace trabajar para tomarle gusto.
“Las enseñanzas de Don Juan” Carlos Castaneda
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