viernes, abril 22, 2011

¿Te hace feliz tu esposa / esposo?

En cierta ocasión durante un seminario para matrimonios, le preguntaron a un Hombre:

-'¿Te hace feliz tu esposa?', ¿Verdaderamente te hace feliz?
En ese momento la esposa levantó ligeramente el cuello en señal de seguridad, sabía que su esposo diría que sí, pues el jamás se había quejado durante su matrimonio.Sin embargo el esposo respondió con un rotundo
-'No ...... no me hace feliz'

Y ante el asombro de la mujer... continuó:
-'No me hace feliz .......... ¡Yo soy feliz!....

El que yo sea feliz o no, eso no depende de ella, sino de mí.

Yo soy la única persona, de quien depende mi felicidad.

Yo determino ser feliz en cada situación y en cada momento de mi vida,‎​pues si mi felicidad dependiera de alguna persona, cosa o circunstancia sobre la faz de esta tierra, yo estaría en serios problemas.

Todo lo que existe en esta vida, cambia continuamente, el ser humano, las riquezas, mi cuerpo, el clima, los placeres, etc, y así podría decir una lista interminable.A través de toda mi vida, he aprendido algo; decido ser feliz y lo demás lo llamo...
experiencias, amar, perdonar, ayudar, comprender, aceptar, escuchar, consolar.


Hay gente que dice:

-No puedo ser feliz porque estoy enfermo, porque no tengo dinero, porque hace mucho calor, porque alguien me insultó, porque alguien ha dejado de amarme, porque alguien no me valoró,pero... lo que no sabes es que....


PUEDES SER FELIZ......

aunque... estés enfermo,
aunque.... haga calor,
aunque... no tengas dinero,
aunque ...alguien te haya insultado, aunque ...alguien no te amó, o no te haya valorado .
La vida es como andar en bicicleta,.... te caes, solo si dejas de pedalear‎​!!!

SER FELIZ ES, UNA ACTITUD ANTE LA VIDA !!!


No permitas que tu felicidad dependa de alguien..!! Solo de Dios y de ti

martes, abril 12, 2011

MEDITACION: EL ARBOL MARCHITO



Había un árbol en tierra seca con la mayoría de sus ramas y hojas marchitas. Llegó la lluvia y rodeos sus raíces más el árbol no crecía . Pasó un hombre rico y se dijo: ¡Que árbol tan débil e insignificante, sería mejor cortarlo!..   Quemaría para mi fogata, sus ramas secas. Porque no da ni sombra ni fruto, este árbol es débil , nada puede aportarme.


Luego pasó un jardinero y al ver aquel árbol cortó sus ramas secas. Una a una , con Cuidado, despacio y con amor.


El árbol se resintió; quedó en silencio, encorvado por unos días y fue entonces que empezó a brotar lluvia desde sus hojas. Parecía que llorara en su silencio. Pronto sus lágrimas humedecieron la tierra que rodeaba sus raíces. No era el agua de la lluvia. Era el agua de sus propias lágrimas.


Y lo que era llanto sé convirtió en alimento y el árbol empezó a extender sus raíces y sus ramas retoñaron con vigor. Hasta que el árbol creció y se hizo fuerte y bajos sus ramas muchos buscaron su sombra. Y un día pasó el hombre rico. Y cansado y sediento buscó su sombra y el agua que caía de sus ramas ahora fuertes y descubrió que aquel árbol era el que una vez quiso destruir para su provecho.


Pronto la gente que se le acercaba supo que el árbol crecía por el agua que bebía. Más era un agua que nacía de lo profundo de su ser interior.


"Bendito es el hombre que confía en el Señor, cuya confianza es el Señor. Será como árbol plantado junto al agua, que extiende sus raíces junto a la corriente; no temerá cuando venga el calor, y sus hojas estarán verdes, en año de sequía no se angustiará, ni cesará de dar fruto" (Jeremías 17:7,8).