sábado, mayo 27, 2006

AGUANTA UN POCO MAS

Se cuenta que en Inglaterra había una pareja que gustaba de visitar las
pequeñas tiendas del centro de Londres. Al entrar en una de ellas se
quedaron prendados de una hermosa tacita. "¿Me permite ver esa taza?"
preguntó la señora, "¡nunca he visto nada tan fino!"

En las manos de la señora, la taza comenzó a contar su historia: "Usted debe
saber que yo no siempre he sido la taza que usted está sosteniendo. Hace
mucho tiempo yo era solo un poco de barro. Pero un artesano me tomó entre
sus manos y me fue dando forma. Llegó el momento en que me desesperé y le
grité: "¡Por favor..ya déjeme en paz...!" Pero mi amo sólo me sonrió y me
dijo: ..."Aguanta un poco más, todavía no es tiempo"

Después me puso en un horno. ¡Nunca había sentido tanto calor!.... toqué a
la puerta del horno y a través de la ventanilla pude leer los labios de mi
amo que me decían: ..."Aguanta un poco más, todavía no es tiempo."

Cuando al fin abrió la puerta, mi artesano me puso en un estante. Pero,
apenas me había refrescado, me comenzó a raspar, a lijar. No se cómo no
acabó conmigo. Me daba vueltas, me miraba de arriba a abajo. Por último me
aplicó meticulosamente varias pinturas...Sentía que me ahogaba... "Por favor
déjame en paz", le gritaba a mi artesano; pero él sólo me decía:..."Aguanta
un poco más, todavía no es tiempo."

Al fin, cuando pensé que había terminado aquello, me metió en otro horno,
mucho más caliente que el primero. Ahora si pensé que terminaba con mi vida.
Le rogué y le imploré a mi artesano que me respetara, que me sacara, que si
se había vuelto loco. Grité, lloré; pero mi artesano sólo me decía: "Aguanta
un poco más, todavía no es tiempo."

Me pregunté entonces si había esperanza... si lograría sobrevivir aquellos
tratos y abandonos. Pero por alguna razón aguanté todo aquello. Fue entonces
que se abrió la puerta y mi artesano me tomó cariñosamente y me llevó a un
lugar muy diferente. Era precioso. Allí todas las tazas eran maravillosas,
verdaderas obras de arte, resplandecían como solo ocurre en los sueños. No
pasó mucho tiempo cuando descubrí que estaba en una fina tienda y ante mi
había un espejo. Una de esas maravillas era yo. ¡No podía creerlo! ¡Esa no
podía ser yo!
Mi artesano entonces me dijo: "Yo se que sufriste al ser moldeada por mis
manos, mira tu hermosa figura. Se que pasaste terribles calores, pero ahora
observa tu sólida consistencia, se que sufriste con las raspadas y pulidas,
pero mira ahora la finura de tu presencia... y la pintura te provocaba
nausea, pero contempla ahora tu hermosura.. y, ¿si te hubiera dejado como
estabas?

¡"Ahora eres una obra terminada! ¡lo que imaginé cuando te comencé a
formar!".

Querido hermano que lees. Usted es una tacita en las manos del mejor
alfarero: Dios. Confíate en Sus amorosas manos aunque muchas veces no
comprendas por qué permite tu sufrimiento. AGUANTA UN POCO MÁS Y SERÁS EL
HIJO/A QUE EL SOÑÓ PARA TODA LA ETERNIDAD...

Eclesiástico 33:13
Como la arcilla del alfarero está en su mano, - y todos sus caminos en su
voluntad -, así los hombres en la mano de su Hacedor